Diego Carcedo escribe sobre la premura con la que el Gobierno ha abordado algunas cuestiones, en lugar de dejarlas reposar e irlas haciendo con mayor cuidado. Excluye de entre estas cuestiones la acelerada salida de Irak, que considera oportuna, vistos las últimas noticias. “Con la voluntad de cumplir bastante demostrada, y lo más urgente ya en marcha, parece recomendable que el Gobierno y el propio Zapatero vayan marcándose una velocidad satisfactoria de crucero y, sin pausa, vayan acometiendo todo el programa que se han propuesto desarrollar. Pero sin el aceleramiento que ha dejado traslucir estas primeras semanas, que nos tiene a todos sorprendidos y sin saber a dónde mirar. Ni el presidente ni sus ministros convendrá que olviden, una vez demostrada su intención de hacer lo que han dicho y de no fallar, que no por mucho correr se llega antes. Y lo importante es llegar.”
Prisas superfluas.
2004-05-16 13:55 ¿Ya hay quien quiere pisar el freno del actual gobierno? Por favor, si aún no les ha dado tiempo ni a terminar una pequeña parte de lo prometido: reformas constitucionales y estutarias, leyes contra la violencia de género, matrimonios homosexuales, reforma de la LOCE,... Todo ello no será efectivo ni mañana ni pasado mañana, de modo que cuanto antes se empiecen a preparar, mejor. Cuánto vértigo le provoca a algunos que un gobierno, por primera vez, empiece a cumplir lo prometido (a su manera, a su ritmo,...). Un saludo.
2004-05-16 15:00 Éste es desde su origen un gobierno con mucha PRISA, y no es nada superflua. De serlo, lo sería el gobierno.
2004-05-17 11:46 Creo que cada cosa debe tener un ritmo. Hay situaciones que demandan soluciones y decisiones rápidas y otras que requieren de una mayor meditación y consulta. El ritmo no lo debe marcar tanto la agenda política o el programa electoral como la realidad misma y las circunstancias siempre cambiantes.