Dis Berlin sale en defensa de Hergé, creador de Tintín, con la idea de ponerlo a la altura de los grandes artistas del siglo XX: “Del mismo modo que me parece importante seguir manteniendo fuertes y claras las fronteras entre alta y baja cultura, entre Arte con mayúsculas y arte con minúsculas, también creo que va siendo hora de considerar caducos a algunos santones del arte contemporáneo y de subir de división a creadores que han cultivado los campos del diseño gráfico, el cartelismo, el diseño de muebles, la ilustración, la música pop… y, por qué no, el cómic.” Un problema es que aún nos queda mucho siglo XX por digerir; quizá si lo tratáramos como una especie de siglo XIX acelerado, las cosas se verían más claras.
El último transatlántico.