Juan Carlos Pietro hace una síntesis del paso de la arquitectura por la modernidad, muy en la línea del resto de las artes, me parece: “El final del siglo XX y principio del presente viene marcado por un concepto, la globalización, aún mal explicado y mal entendido. La arquitectura impregnada de los cambios ideológicos se suma a esta dinámica generándose un nuevo modelo arquitectónico, el edificio objeto, el edificio como elemento escultórico, como elemento irrepetible. Se rompen los esquemas basados en la standarización, y se acaba con las referencias intrínsecas propias del carácter de cada edificio.[...] Aparecen construcciones increíbles, innegablemente bellas, sorprendentemente estéticas, atravesadas por operaciones de marketing de resultados más que rentables. Por el camino la arquitectura se ha cargado de vida, se ha renovado, aunque por el camino ha perdido su CARACTER. No sabemos si un edificio es un ayuntamiento, tres viviendas, un museo o una bodega que no acertamos a localizar en La Rioja, Valdepeñas o Langelois.”
De la arquitectura internacional a la globalización.