Oigo decir a Rumsfeld que lo siente, que pide perdón, que debió darle más importacia a todo aquello, pero que no dimite. No me extraña, porque es la actitud de sus socios y nuestros gobernantes de los últimos ocho años. Pero me indigna. A Rosa Regàs, sin embargo, no le sorprende porque dice que Estados Unidos no respeta los derechos humanos ni en su propio territorio, luego no ha de esperarse que los respete en los de otros: “Pero ¿qué tienen de raro esas actuaciones si en Guantánamo se mantiene a los presos durante años sin acusación ni juicio, sin contacto con la familia, sin abogados, cuando se les ha tenido con ojos, boca y oídos tapados durante más de 20 horas? ¿Dónde están los derechos humanos, los derechos fundamentales y democráticos por los que Estados Unidos, al no encontrar armas de destrucción masiva como las que tiene otro torturador y terrorista, Sharon, dice ahora que fue a la Guerra de Irak? ¿No fue acaso Estados Unidos el que reconoció al régimen dictatorial de Franco y el que ayudó a hundir la democracia en Chile, en Argentina, en Brasil y en todos los países de América Central? ¿No es la CIA la que adiestra en la tortura a las policías de estos y otros países?” Derechos humanos en EE UU.