La prosa juguetona de
Mariano Gistaín baila hoy con el
Barril de Brent, ese que marca los precios del petróleo que luego se refina en gasolina que luego se refina en atascos. MG dice que la presencia del barril en los telediarios nos estropea la cena. “Desde la primera vez del Golfo, con Bush padre, no había subido tanto el alquitrán. Esto va a encarecer la autovía Somport Sagunto. Y no olvidarse del precio del acero. Dicen los mercados (palabrita de Lisa Simpson), que la torpeza de Bush hijo guarda alguna relación con esta curva terrorífica del petróleo. Y nosotros, ingenuos analistas cutremix de las veleidades del Imperio, pensando que toda esta invasión era para controlar el asunto, el petróleo. Seguramente era por eso, pero no lo han hecho bien, el operativo estaba mal diseñado. Un quiero y no puedo. El hijo abunda en la misma pifia que hizo el padre, pero para peor. Invadir a medias las cosas, con tantos tiquisiquis, buscando excusas absurdas, armas masivas, chorradas. Ahora se pone el petróleo a amargarnos la cena, que ya estaba bastante amargada de por si, baja en calorías, cenas bífidas de España, que ya nadie tiene ni hambre ni ganas de cenar, ni la conciencia tranquila para hacerlo.”
2004-05-10 19:52 Gracias, Roger, una cita vuestra justifica esta brasa de escribir. m ; )