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La Carcoma

Recuerda Manuel María Messeguer que “siempre se ha tenido por exclusiva de las actitudes de la izquierda una cierta propensión a explicar los acontecimientos y la historia con numerosos ingredientes conspirativos”, aunque la situación tras el 11-M haya dado una vuelta de tuerca: “el gusano de la conspiración roe como la carcoma el andamiaje de la derecha política y social. Desde descabelladas teorías del contubernio entre el terrorismo de Al Qaeda con el PSOE para conseguir de éste no se sabe bien qué favores, hasta extraños acuerdos entre los más dispares servicios de inteligencia para desmontar del poder a un partido como el PP que ponía piedras en el engranaje de la construcción europea”. ¿Ciencia ficción o estado de la cuestión? La carcoma.
Carmen Castro | 06/05/2004 | Artículos | Crítica social

Comentarios

  1. Beowulf
    2004-05-06 18:56 La paranoia conspiracionista no es exclusiva de la izquierda, recordemos como la derecha tradicionalista ha hecho causa contra el “complot judeo-masónico”; siendo la Iglesia Católica una de sus más recurrentes propagandistas. Claro que también cierta izquierda, racionalista y masónica, se sumó enseguida a las “argumentaciones” conspiranoicas contra los curas o ciertas órdenes religiosas… La lección que la historia nos da aquí es que muchos de los que pretendieron combatir a la “gran conspiración” se organizaron a imagen y semejanza de los presuntos conspiradores. A donde llegamos es que si para denunciar al “complot” es necesario actuar y organizarse como “ellos”, ¿cómo distinguir a los auténticos conspiracionistas de sus emuladores?. A fuerza de pretender “explicarlo” todo, los defensores de la teoría conspiracionista acaban por ser ellos mismos acusados de conspiracionismo. Beowulf
  2. sapena
    2004-05-06 22:16 ¿Y que me decís de la gran mentira de los sabios de Sión que todavía se cree en algún país árabe?
  3. odyseo
    2004-05-06 23:32 Cuando no se tiene más argumento que el de la conspiración, habría que admitirla remontándose a muchos años atrás, aquellos tiempos en que las víctimas de tal supuesta conspiración vivían su tierna infancia sin recibir la formación adecuada que hubiera potenciado su inteligencia hasta un nivel cercano al de los del género homo. La conspiración, entonces, sin duda existe y es atribuible a sus progenitores por parirlo y a sus maestros por no educarlo. Seguro que cuando su novia le dejó el susodicho también recurrió a la teoría de la conspiración. Si es que esta teoría como la de la evolución, lko mismo vale para un roto que para un descosido. Me voy a tomar la pastilla que ya me toca.

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