Comentarios

1. Alber
   2004-05-05 13:57 Cuando un gurú de Internet no sabe de qué hablar en su columna para la prensa, escribe sobre la “Impresión bajo demanda”. Es un tema recurrente desde hace años y todos vienen a decir más o menos lo mismo: agarraos de las orejas, que esto va a temblar. En este artículo, que está escrito desde lo que el autor cree que sabe pero que nunca se ha molestado en comprobar personalmente, se vuelve al tópico. Lo que el autor no dice es que la impresión bajo demanda ya está aquí, y que cualquiera puede imprimir su librito en una copistería digital. Yo lo he hecho por probar y quedan preciosos. Eso sí, me lo quedo para mí para siempre, porque sin distribuidor, sin librero y sin promoción, todo queda reducido a agua de borrajas. Ah, bueno, el autor del artículo tiene también la solución para esto: la “capacidad ingente” de Internet para hacer cosas que ni podemos imaginarnos. Guau.
2. Marcos
   2004-05-05 14:38 Llevas parte de razón, Alber, pero el autor del artículo habla de un caso particular en el que la empresa de IBD ofrece también la distribución y la publicidad y el ISBN. Saludos.
3. mp
   2004-05-05 16:58 Veo varias tendencias en el mercado de libros: —La oferta tiende a cubrir mayoritariamente la compra por impulso de las últimas novedades. —Desaparición paulatina de las librerías de fondo. Aquí podría haber lugar para la impresión bajo demanda. —Búsqueda de nuevos soportes que permitan una comercialización semejante al libro de papel. ¿Papel electrónico? —Concentración sectorial. Como en todas partes. —Como consecuencia de la concentración, presión al gobierno para que el libro tenga precio libre. Suicidio cultural.
4. Alber
   2004-05-06 13:05 Marcos, No conozco un solo editor en España que no publique un libro pensando que lo va a vender. Se está a eso y, al igual que en cualquier otro sector industrial, las editoriales se pliegan a la tiranía de las leyes de la oferta y la demanda: como no vendas lo suficiente, te vas al carajo. Así de simple. Por supuesto, hay infinidad de editoriales no comerciales (universidades, ayuntamientos, asociaciones de vecinos, grupos de amiguetes, francotiradores de la autoedición, etc.) que engordan las cifras. ¿Se editan muchos libros? A todos los escritores que se les formule esta pregunta, dirán que sí. Es una percepción, una simple percepción que tiene mucho que ver con lo que uno puede llegar a leer y las novedades que aparecen en las librerías. Pero no nos engañemos: quien manda es el mercado, y el mercado se regula a sí mismo. No existen más títulos de los que el mercado puede soportar. Lo contrario, significa reconocer la existencia de una Orden Secreta de Editores Altruistas a los que les da lo mismo perder cantidades ingentes de dinero con tal de poner en negro sobre blanco las veleidades de cientos y cientos de escritores. Por Dios, si alguien sabe de ella, que me lo diga de inmediato. Lo que sí existe son más libros (ejemplares físicos) de los que se van a vender, pero esto tiene que ver con la economía de escalas y los costes de producción de los libros, donde mil ejemplares arriba o abajo apenas afectan al precio final siempre que estos mil ejemplares se impriman después de cinco mil previos. Así que salen, las cuentas salen.