Giorgio de Chirico dejó de pintar y se pasó a la escritura. Yo sólo he leído algunos fragmentos sueltos y su novela
Hebdomeros, fascinante y onírica como sus cuadros. En Francia acaba de reeditarse
Monsieur Dudron, otra novela de la que
Vilma Fuentes dice: “Novela metafísica, reflexión sobre la cosa mentale que —según Leonardo— es la pintura, relato autobiográfico, crítica implacable de la pretendida “modernidad” de la pintura, su crítica y sus marchantes del arte, es también un texto hilarante, ante cuya lectura nadie puede controlar el ataque de risa [...] Por primera vez leo un libro en el que el enigma de la pintura trata de ser elucidado con el más extremo de los rigores y por una persona más que competente en la materia: un escalofrío cosquilloso, verdadera carcajada de ironía pura, al extremo de que nadie puede retener la risa. Esta alianza de los contrarios es en sí misma una obra maestra y representa un logro bastante raro.”
Chirico: pintor y escritor.