Felipe Benítez Reyes: “A Londres fuimos el mes pasado para ver a la niña, que está allí de enfermera, pero aquello no me gusta, porque es que yo allí no como, ¿para qué voy a decirte otra cosa? Yo a mí es que se me cierra el estómago en cuanto llego a Londres, y ya se me pone el cuerpo malo, porque la primera vez que fui comí pollo al curry en un restaurante hindú y me pasé la noche como la niña del exorcista, porque me da a mí que aquello en vez de pollo era murciélago o algo, y ya lo tengo eso en el subconsciente, digo yo, y no hay quien me haga comer nada en Londres, ya te digo, y me mantengo con las galletas de Biomanán, y ni eso me entra, porque hasta el perfume de Yves Saint-Laurent que me compré en París me huele allí a curry.”
Elogio práctico del cosmopolitismo.