David Bollier versa sobre la identidad de la internet y su mayor conexión con el procomún (commons) que con la economía de mercado: “el procomún resitúa lo que entendemos por producción creativa, que pasa de un contexto de mercado a otro más amplio, el de nuestra vida social y nuestra cultura política. En lugar de constreñirnos con la lógica del derecho de propiedad, de los contratos y de las impersonales transacciones de mercado, el procomún inaugura un debate más amplio,más vibrante y más humanista.Se pueden renovar las conexiones entre nuestras vidas sociales y los valores democráticos, por un lado, y por otro entre el rendimiento económico y la innovación. Ganan una nueva legitimidad teórica temas que de otra forma se habrían dejado de lado, como las virtudes de la transparencia, el acceso universal, la diversidad de los participantes, o una cierta equidad social.”
El redescubrimiento del procomún.