“El día de ayer ha sido un día perdido. Porque he dedicado gran parte de la jornada laboral a intentar hablar con el presidente Bush. Inútil esfuerzo”.
Bush no se me puso.
Ernesto S. Pombo ironiza sobre la conversación que sí existió entre Bush y el llamado profesor asociado de Georgetown. “Que nadie entienda que expresarle a Bush la tristeza por la decisión adoptada es acto de traición, deslealtad y vileza. Sencillamente, es una sesión de terapia entre colegas”.