No sé si entiendo muy bien el artículo de
Jaime Campmany. Con tanto sarcasmo uno no sabe bien con qué quedarse, y creo que ahí está la trampa: se oculta con toneladas de cinismo. Si retiramos las capas, parece quedar una animadversión —por otra parte generalizada— contra lo musulmán. Hasta parece que son ellos los culpables de que en USA anden tapando las pudendas partes a las estatuas, supongo que para evitar que se exciten con las tetas de la Jackson.
America con «burka»: “Hoy las invasiones árabes, no sólo en España sino en toda Europa y también en América, no siempre recurren al yihad. Mezclan la predicación e influencia de las costumbres musulmanas con las acciones terroristas. O sea, que utilizan por un lado la inmigración pacífica y, por otro lado, se cargan las Torres Gemelas o vuelan los trenes en Madrid. No sé yo cuál de esas dos penetraciones sea más efectiva, si la de la violencia, como acción del yihad contra Occidente, o la infiltración de las costumbres musulmanas en las sociedades occidentales.”