Gustavo Martín Garzo,
Instrucciones para enseñar a leer a un niño: “A estas alturas habrá hecho un descubrimiento esencial, que existen palabras del día y palabras de la noche. Las palabras del día tienen que ver con lo que somos, con nuestra razón, nuestras obligaciones y nuestra respetabilidad; las de la noche con la intimidad, con el mundo de nuestros deseos y nuestros sueños. Y ése es un mundo que necesariamente se relaciona con el secreto. Por eso, el adulto no debe hablar demasiado al niño de los libros, ni abrumarle con consejos acerca de lo importante que es leer, porque entonces éste desconfiará. [...] Las palabras de la literatura tienen que ver con ese silencio, con lo que se guarda y tal vez hay que robar, nunca con lo que nos ofrecen a gritos, y mucho menos a la luz del día, donde todos puedan vernos. El futuro lector, en suma, debe ver libros a su alrededor, saber que estan ahí y que puede leerlos, pero nunca sentir que es eso lo que todos esperan que haga.” [Vía
Reflexiones e irreflexiones]