Manu Leguineche: ”¿Cómo hacer frente al terrorismo islamista? ¿Con la guerra continua de Bush? No parece esa la solución, visto el fracaso. Por vía policial, claro está, pero sin desactivar las minas palestino-israelíes se logrará poco progreso. Tampoco la captura de Osama bin Laden acabará con el nido de la serpiente. Al Qaida es una organización descentralizada. Sus agentes tienen vía libre, actúan por su cuenta y riesgo. Señala el ex agente de la CIA Milt Blarden que hay dudas en Washington sobre la conveniencia de acabar con la vida de Bin Laden: como en el caso del Che Guevara en 1967. Su muerte garantizaría su inmortalidad. La lucha contra la miseria es otro de los argumentos que se esgrimen como causa del terrorismo islamista. Pero Bin Laden es un hijo de papá, su lugarteniente Zawahiri un médico egipcio de familia burguesa, como lo era Mohamed Atta, estudiante de ingeniería en Alemania, el artífice del 11-S en Nueva York. Hay que atacar sus centros financieros, aunque se han habituado a operar con correos del zar . El diagnóstico es correcto. Ahora solo hace falta que funcione el tratamiento.”
Mato, luego existo.