Antonio Battro tiene una columna semanal sobre educación en La Nación. Esta vez escribe sobre una iniciativa francesa que no suena nada mal para enseñar el método científico a los niños. “Se trata de recuperar una metodología usual en talleres de artesanos, el de “hacerse la mano” a una tarea específica desde muy joven, desde el momento en que los alumnos puedan leer, escribir y calcular. Además, la acción de manipular objetos e instrumentos es básica en el desarrollo intelectual, tal como lo demostraron Jean Piaget y sus colaboradores. Hoy sabemos que estas manipulaciones concretas y operaciones abstractas producen una mayor activación del cerebro. No hace falta contar con grandes recursos ni con equipos costosos y complejos. La idea central es poder transformar cualquier situación en una ocasión de experimentación sistemática y de análisis crítico.”
Manos a la obra para enseñar ciencia.