Comentarios

1. José Carlos Rodríguez
   2004-02-28 19:05 Eduardo Haro. Ese amante de la libertad. No ha cambiado un ápice su ideología, digamos displacente con la libertad. Lean, lean. La voz de bronce de las campanas de San Lorenzo, el laurel de fama de la corona fúnebre, la piedra gris del Monasterio, los crespones de luto en todos los balcones del Escorial, los dos mil cirios ardiendo en el túmulo gigantesco coronado por el águila de Imperio que se eleva en la Basílica, lloran en esta mañana, con esa tremenda expresión que a veces tienen las cosas sin ánimo, la muerte del Capitán de España. Hasta el sol y el paisaje han cubierto su inmutable indiferencia con el velo gris de la lluvia y la niebla, y cae sobre la ciudad -lacrima coeli – una llovizna fina y gris. El instituto, el subconsciente, nos ha repetido sus frases, sus profecías, sus oraciones; y no ha sido voz de ultratumba la suya; ha sido voz palpitante de vida, de la vida y el afán de todos estos magníficos camaradas de la Vieja Guardia, del Frente de Juventudes, de la Sección Femenina… La doctrina del Fundador vive en ellos como en aquellos tiempos, y si el cuerpo de José Antonio está muerto bajo la lápida, su espíritu tiene calor de vida en la de todos los camaradas de la Falange. Se nos murió un Capitán, pero el Dios Misericordioso nos dejó otro. Y hoy, ante la tumba de José Antonio, hemos visto la figura egregia del Caudillo Franco. El mensaje recto de destino y enderezador de historia que José Antonio traía es fecundo y genial en el cerebro y en la mano del Generalísimo. Y así, en este día de dolor Dies Irae a las once once campanadas densas de todos los relojes han sido heraldos de vuelo de su presencia, la corona del laurel portada por manos heroicas de viejos camaradas ha llegado a la Basílica, y, entre la doble fila de seminaristas cirios encendidos en sus manos ha pasado al Patio de los Reyes y ha entrado en el crucero. Ha sido depositada sobre la lápida de mármol donde grabado está el nombre de José Antonio y la palma de honor y martirio. Había dolor en todos los semblantes. Mientras el coro entonaba el Christus Vinci y los registros del órgano cantaban la elegía del héroe muerto, a nosotros nos parecía oír la clara palabra de José Antonio elevarse de allí donde el mármol vela su cuerpo. Una alegría tenemos; la de ver que a José Antonio sucede un hombre tan firme y sereno como el que lleva a España por los senderos que él marcó. Eduardo Haro Tecglen
2. Otis B. Driftwood
   2004-02-28 20:49 José Carlos, ese mismo criterio lo podrías aplicar igualmente a tus admirados FJL (ex-maoísta y otras cosas) o Pío Moa (ex-GRAPO), y como no creo que lo hagas, no entiendo muy bien a qué viene ese comentario tan barato. A no ser que te creas con derecho a otorgar certificados de “demócrata o defensor de la libertad” a quien mejor te parezca. Y es que a veces os dáis tanta prisa en lanzar los alegatos “anti-progre” que caéis en unas contradicciones francamente burdas. La verdad, viendo tus comentarios a otros temas (que considero expuestos con argumentos y educación, aunque no los comparta en general), no me esperaba algo así de tí. Y creo que no hace falta recordarte que muchos periodistas que vivieron el franquismo tuvieron que escribir artículos de ese estilo, por la simple razón de su supervivencia, y nadie se cuestiona hoy día su talante democrático. ¿A qué ha venido entonces esa salida de tono? Un saludo.
3. Beowulf
   2004-02-28 23:40 La izquierda PROGRESISTA también aplica SU CENSURA. Porque todos tienen de qué avergonzarse. Aquí tenemos un HECHO HISTORICO CENSURADO debido a que están en relación a UN INTOCABLE DEL PROGRESISMO del siglo XX: ANTONIO MACHADO http://www.celtiberia.net/articulo.asp?id=932 Sobre los vergonzosos comienzos de E.Haro Teclen ya habia oido hablar, no crei que fuera realmente tan vergonzosos sus comienzos periodísticos. Que pena de viejo chocho, con un pasado tan humillante que contar a sus nietos.
4. JR
   2004-02-29 01:40 Cómo nos gusta atacar al hombre, en vez de ir directos al argumento…
5. José Carlos Rodríguez
   2004-02-29 04:59 Qué decir, Otis y JR. Tenéis razón. Es una salida de tono injusta e innecesaria. Lo he vuelto a leer y no me gusta. Y tiene ese carácter de ataque ad hominem que a mí articularmente me rebela. Lo que hace el comentario especialmente desafortunado. No sé si puedo decir más, aparte de que debería haber dicho menos. Saludos y gracias por responderme con educación.
6. ddaa
   2004-02-29 21:02 Lo escandaloso para los “liberales” no es el canalla que nos sumió en 40 años de sangre, caspa y sacristía, sino sus víctimas. ¿Habrá que recordar las circunstancias en las que escribió Haro Tecglen el artículo? Creo recordar que su padre estaba en aquel momento en una mazmorra franquista. Y que dejen de sacar en procesión al impresentable de Pío Moa, que ya apesta.
7. José Carlos Rodríguez
   2004-03-01 01:13 Procesión. No he visto ninguna. Lee sus libros y luego los discutimos.
8. Alex
   2004-03-02 17:55 Claro que en el ámbito político se propala la ficción. En el Estado de Tlaxcala, hace menos de 6 años, ocurrieron ciertos hechos en torno a la elección del Gobernador. El 18 de noviembre de 1998,la Cúpula encabezada por Ernesto Zedillo Ponce de León, determinó que, quien debía suceder a José Antonio Alvarez Lima, debía ser Alfonso Sánchez Anaya. Y así sucedió, Televisa, el lunes siguiente al 18 de Noiviembre, por la mañana, daba la noticia del supuesto triunfo del PRD, y su alianza. Hubo varias manifestaciones, y se mostraron pruebas del fraude electoral, que si bien es cierto, la inexperiencia del Secretario de Elecciones, legalmente no pudo comprobar, ante los organos electorales, como quiera que sea, algunos periódicos locales si lo publictaron. Pero las grandes cadenas de periodicos y por supuesto, la televisión, ocultaron. Y no dieron seguimiento jamás, al escándalo por el fraude cometido por la Alianza y el Gobierno. años más tarde, Alfonso Sánchez Anaya, mandó, como lo hizo Salinas de Gortari, a quemar los paquetes electorales que supuestamente le habían dado el triunfo al Partido, que siempre había exigido la apertura de paquetes electorales. La prensa, sus reporteros y analistas, enmudecieron. Como enmudecen muchas veces en otros asuntos o si les conviene folaclizan sus fotos, para que veas una parte del bosque y no el bosque.