Los argumentos de
Cristina López Schlichting son definitorios de toda una corriente de este país. La utilización de la demagogia y la tergiversación como arte poética. Yo ya he dicho lo que tenía que decir al respecto: “Que los homosexuales anhelen tener hijos es natural, como les ocurre al resto de las personas. Que quieran satisfacer sus necesidades afectivas a toda costa, por encima del derecho de las personas a tener un padre y una madre, es injusto. No es preciso andarse con demasiados tecnicismos. Cualquiera que haya disfrutado de progenitores sabrá de qué maravillosa experiencia estoy hablando, y lo duro que puede ser carecer de uno o de otra. Viudas y viudos, madres y padres solteros atestiguan cuánto han echado de menos en la crianza de los hijos a quien murió o dejó en la estacada al otro. No sólo por tener alguien que les echase una mano, que para eso hay abuelos, tíos o amigos, sino porque a los niños en esa situación les falta algo más profundo y más grande. Un modelo de identificación y diferenciación. Hasta para abominar del padre o de la madre son importantes éstos, según aseguran psicólogos y psiquiatras.”
Lesbianas contra padres
2004-02-20 11:15 Ya sé que no es lo fundamental del artículo, pero me revienta ese “que los homosexuales anhelen tener hijos es natural, como les ocurre al resto de las personas”. Yo soy persona y no anhelo tener hijos. Y no soy la única persona que conozco que no siente el mínimo deseo de reproducirse.
2004-02-20 11:22 En realidad es posible que sí sea lo fundamental del artículo. Se trata de esa moralina condescendiente y pseudo-comprensiva católica: yo no estoy en contra de los homsexuales, pobrecillos, que también tienen instintos paternales, pero lo siento por ellos pero no pueden tener los mismos derechos que los demás. En el mismo estilo oía ayer en la radio a una señora tertuliana que decía que ella no tenía nada en absoluto contra los homesexuales, que los respetaba y no hacía juicios morales sobre ellos, pero que había visto la fotografia de dos gays que había adoptado a un niño y que estaban los tres en la bañera: ella se quedaba con esa imagen para plantear qué futuro (de perversión quería decir) le esperaba a ese niño. Saludos.
2004-02-20 12:23 “perversión” Si al menos la señora definiera el dichoso término. Más importante me parece a mí la educación en valores en un niño (y ni la Iglesia ni una porción mayoritaria de la sociedad la reivindican). En vez de promoverla como activo imprescindible sólo se les llena la boca con sustantivos tan abstractos como vacíos de contenido objetivo: “decencia”, “perversión”, “normalidad”. Saludos.
2004-02-20 13:23 A esta panda de retrógrados se les olvida lo fundamental: Tener polla no te convierte en padre, ni tener ordenador te convierte en informático. Reducir el hecho de ser padre a lo que cuelga de entre las piernas…. ¿que será lo siguiente? ¿cuanto mas grande mas padrazo? Rocco Sigfredi for PAPA !!
2004-02-20 13:26 Si es que se le vé el plumero: “.... a los niños en esa situación les falta algo más profundo y más grande.” ¿en que estará pensando?
2004-04-02 23:20 hola que tal,soy una mas de ustedes en realidad envio este E-MAIL por que sensillamente quiero tener un hijo con mi pareja lasvina y ya no allo que hacer por favor ayudenme por favor,respondannme lo mas pronto posible A.T ENMA TERAN.
2004-04-03 21:35 La tradicional familia de padre y madre, que aprendimos miles de años atras, entregan a un hijo como resultado final, una buena educacion cognocitiva, desarrollo de valores, sentimientos y un juicio practico de lo bueno y lo malo, si otros son capaces de seguir dando lo mismo en beneficio de la humanidad que crece y evoluciona todos los dias, en horabuena
2004-04-04 06:39 Yo no niego el derecho de homosexuales a tener hijos (en el caso de las lesbianas) o a adoptarlos (en el caso de éstas y de los homosexuales varones). Pero tampoco niego el derecho de los padres de discriminar el orfanato al que dejar sus hijos, en función de los criterios que tengan éstos a la hora de conceder la custodia. Uno de ellos puede ser negarse a cederla a parejas homosexuales. Otros podrían considerarlo poco importante. Pero proclamar el derecho de los homosexuales a adoptar no me impide ver cierto egoísmo en estos, que les lleva a anteponer sus deseos de ser padres, legítimos, al buen desarrollo del niño. No es descabellado pensar que los niños necesitan un padre y una madre. Con las excepciones que siempre ofrece la vida.