Diego Pedro López Acosta: “De repente, cuando confiamos en el triunfo de la salud sobre la enfermedad, gracias a los progresos de la Ciencia, descubrimos que la investigación de las enfermedades ha avanzado tanto que cada vez es más difícil encontrar a alguien que esté completamente sano. Ahora nos llega Dimitri Lvov, director del Instituto de Virología de la citada Academia afirmando que si el virus de la gripe del pollo muta en los seres humanos el ochenta por ciento de la población mundial morirá. De momento la sentencia alarmante del científico ruso nos pone la carne de gallina; porque nadie en su sano juicio recibe con entusiasmo semejante noticia. Uno desea vivir el mayor tiempo posible, por lo que pone su fe y su esperanza en la Medicina y en quienes la practican, sin tomar en cuenta el chiste del enfermo moribundo que ante la llegada del médico ruega a sus familiares, forzando la voz: «no le dejéis entrar, quiero morir de muerte natural».”
Morir como un pollo.