El Gobierno y su partido se empeñan ahora en afirmar que no dijeron nunca lo que está grabado que dijeron con gran vehemencia hace un año. Mentir de esa manera puede ser beneficioso o no, en términos electorales; lo que importa es que así es como se va minando la calidad de una democracia.
Manuel Martín Ferrand: “Quienes no estamos en la batalla electoral podemos entender que, hace un año, Aznar nos dijera, sin necesidad de engañarnos, lo que ahora niegan la práctica totalidad de los servicios secretos de las grandes naciones de la tierra, incluidos nos norteamericanos. ¿Es que Aznar se considera absolutamente incapaz de reconocer un error? Lo que entonces parecía ahora no es y ahí está el riesgo de las decisiones que, en la cumbre del Ejecutivo, le corresponden a quien tiene la delegación popular para tomarlas y ejecutarlas.”
La soberbia de Aznar.