Está claro que la decisión de Bush y Blair de investigar a sus servicios de inteligencia no es más que una cortina de humo para velar el enorme déficit democrático que supone mentir abiertamente para ir a la guerra.
Robin Cook: “Para esclarecer la razón real de por qué Gran Bretaña fue a la guerra, tendríamos que ver todo lo que pasó entre Downing Street y la Casa Blanca durante el transcurso del año anterior. Si resulta que Washington tenía alguna razón para creer que Londres tomaría parte en una invasión a Irak antes de que se publicara el dossier de septiembre, ya no tendría mucho caso el preocuparse de por qué lo que se afirmaba en el documento estaba tan equivocado, y aún menos caso tendría tratar de culpar a las agencias de inteligecia por la decisión de invadir.”
Injusto, culpar a los servicios de inteligencia.