Una de las grandes ventajas de las bitácoras y las páginas personales de intención comunicativa con respecto de los periódicos
tradicionales con edición digital —y aún con la mayor parte de los digitales de nacimiento— es que los primeros conocen la internet y los segundos no. Visiten ustedes casi cualquier periódico en la red y verán como hacen un uso nulo del hipervínculo. Y sin hipervínculos, la internet se convierte en un calco semántico del papel, sin ventajas ni cambios.
El papel se queda viejo, de
Guillermo Rodríguez: “La realidad cambia. Y, al igual que cualquier compañía está obligada a adecuarse al desarrollo de las Nuevas Tecnologías para sobrevivir, los medios impresos deberán modificar a futuro su papel como consecuencia del desarrollo de Internet. Más que medios de información, tendrían que transformarse, sobre todo, en generadores de opinión, de buena reflexión.”