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GNU o el nuevo comunismo

GNU o el nuevo comunismo, de Francisco Serradilla, es un acercamiento al movimiento del software libre alejado de dogmatismos, crítico, pero también lleno de entusiasmo por las enormes expectativas que genera: “Stallman se para en seco cuando se habla de música o literatura. Admite que la cultura debería ser libremente distribuible sin pagar royalties (¡qué opinará la SGAE sobre esto!). Pero no se atreven a admitir que una novela o un tema musical pueda ser modificado y vuelto a distribuir. La idea, no obstante, es fascinante. Esto existe desde siempre en la música popular, hasta que las discográficas la han mercantilizado. Y al menos creo que tiene sentido en otro dominio de aplicación: las traducciones de obras literarias. ¿Cuántas veces nos ha pasado que hemos detectado un error de traducción en un libro? Un libro con licencia GNU podría ser corregido por cada lector y vuelto a publicar: ¿generaría esto una nueva literatura?”
Marcos Taracido | 02/02/2004 | Artículos | Internet

Comentarios

  1. ergaster
    2004-02-02 14:13 ¡fascinante! estoy deseando poder leer El Quijote v7867564534231.2 e insertar, junto a los grafitis de cinco millones de adolescentes globalizados y los diez millones de ‘vanesa y diyeimanga estuvieron aquí’, mis morcillas acerca de las coladas de tanga de mi vecina, lo que me gusta que hoy sea dos de febrero, y, sobre todo, mi tesis publicitaria sobre la osteoporosis y los verdiales, que son identidad cultural popular precisamente porque se mantienen prácticamente intactos desde su aparición. y eso sin contar que Cervantes ya no come, y que por eso está deseando escribir gratis otro montón de novelas ejemplares para que las mejoren los nuevos artistas virtuales. es cierto: en el momento en que la inventiva no de para comer volveremos al sílice, eso sí, afilado de todas las formas posibles.
  2. Ludens
    2004-02-02 18:07 Afortunadamente en la época de Cervantes había derechos de autor que le permitieron vivir de sus creaciones, no necesitó compatibilizar su arte con profesiones como la de soldado o recaudador de impuestos, sin duda si hubiese tenido que dedicarse a esas tareas su calidad literaria se hubiese visto muy mermada y no habría escrito una obra como el Quijote. Desafortunadamente esas mismas leyes le causaron múltiples problemas al tener que aforntar demandas por plagio por parte de las empresas propietarias de los derechos de todas las novelas de caballería escirtas en los siglos anteriores. El final abierto del Quijote 1.0 propició una versión apocrifa, el Quijote 2.0 de Fernandez de Avellaneda, lo que pudo suponer el final de la industria de la Literatura y la muerte por hambre de un número incierto de escritores y copistas. Cervantes al enterarse, lloró desconsolado y juro no escribir nunca jamás. Aunque as malas lenguas (instigadas por los piratas que buscan el apocalipsis) dicen que esa versión 2.0 de Avellaneda hizo que Cervantes se picara y escribiese su propia versión 2.1 que le daba 1000 vueltas a la de Avellaneda. En la actulidad tanto libro del Quijote nos resulta redundante para entender su época y la historia de la literatura, tanta información hace a los expertos pensar con nostalgia en el sílice tallado.
  3. ergaster
    2004-02-03 23:46 Además: tanto el libro de Avellaneda como el segundo de Cervantes no pueden considerarse la v2.0 del primer Quijote. Transcurren diez años entre la primera y la segunda parte de El Quijote, y ambas segundas partes no significaron en modo alguno una alteración, o una re-escritura o adaptación, del texto original ya publicado, cuya integridad, en todo momento, fue por ambos respetada. Se constituyeron los tres como objetos culturales independientes: en un caso, como plagio famoso; en otro, como ampliación de una obra ya creada que, editorialmente, es tradición presentar añadida a la primera. No sé si Cervantes lloró al conocer la existencia del libro de Avellaneda ni si éste lo instigó a escribir su continuación. Más bien parece que la aparición de su segundo volumen coincide con la finalización del plazo de percepción de derechos que tenía del primero, y dado el éxito europeo que tuvo éste, probablemente se planteara con el segundo el disfrute económico de la nueva edición. Más bien creo que Avellaneda sólo causó algunas risas en Cervantes, hasta el punto de citar al autor plagiador, en su nada apócrifa segunda parte, como un personaje quijotesco más. Continua así el fabuloso juego de espejos con el que el talento de Miguel de Cervantes inaugura la novela moderna: el Cidi Hamete, el propio Cervantes, Fernández de Avellaneda… autores, apócrifos y plagiadores incorporados como personajes al propio texto del que reclaman autoría, juego enorme, pues llega hasta nuestros días más contemporáneos de la mano de, por ejemplo, Pierre Menard y Borges. Dicen las malas lenguas (pero las buenas también lo dicen) que Avellaneda terminó sus días enloquecido: su plagio fue producto de la admiración, y tanta fue su pasión por el Quijote original que llegó a creerse que él mismo era Cervantes, y en esas se desquició. Como ejemplo para re-autores virtuales con licencia GPL no parece, pues, en exceso conveniente, como no lo es presentar una continuación, ni aún plagiada, como modelo de versión. Hay que elegir bien los ejemplos para justificar lo injustificable. Cuando el comunismo internáutico también se ocupe de la factura de mi dentista igual cambio mi opinión sobre la gratuidad y uso descontrolado del talento ajeno en la red. ¿Todo vale? ¿Seguiremos pillando mp3 o textos ajenos sin otro argumento que la garrota del anonimato? ¿Aún cazadores-recolectores del talento ajeno? Mientras tanto… nos queda disfrutar con el blog. Pero en fin, les ruego me disculpen la plasta. Quizás exageré en cuanto a lo de volver a la edad del sílex si no protegemos los duelos y quebrantos, y los palominos, que suele propiciar la inventiva. Igual el GPL vale, aunque sea con la intención de mejorarlo, para que alguno lea, por ejemplo, El Quijote. Entero. Y eso es bueno. Y si por ésas debemos regresar a la cueva, pues nada, no hay problema. Seguro que allí encontramos a más de uno ocupado en inventarnos otra vez el comunismo. Eso sí: todos con derecho a que nadie les toque el pata negra de mamut, menos el que mancha con su mano la pared de la caverna. A ese, nada. Ni el marchamo. Por guarro.
  4. Cayetano
    2004-02-04 06:58 Por fin descubro/leo el origen del artista/arte. Ese Adán “que mancha la pared con su mano” que era guarro (tragón y vago) siendo vivo. Muerto de hambre y enterrado deviene en genio momificado (o petrificado): Museo hecho de ladrillos de cadáveres de guarro. El Embutido del Prado.
  5. ergaster
    2004-02-04 12:45 Esa es la gran cuestión: si el arte hasta ahora ha sido magia, religión o ideología ¿qué será de él en una cultura técnica, atea y decepcionada? Internet es un espacio muy accesible de comunicación pública, como antes, con accesos mucho más restringidos, lo eran los libros, los teatros o las galerías. ¿Es posible ahora ampliar los cinco minutos de fama de cada uno a las veinticuatro horas de cada día? ¿A los cinco minutos de cada post? ¿Son necesarios aún parásitos sociales que se arguyen la capacidad de trascender, interpretar o vaticinar la realidad o de hacernos disfrutar de la vida por su simple diferencia, y además cobrando cantidades astrónomicas por hacer, a diferencia de nosotros mismos, sólo lo que les gusta? ¿No es suficiente la ciencia para comprender el mundo, si es que es necesaria, útil o posible esa comprensión? ¿No hay ya bastante ‘materia’ artística para clonarla y reciclarla en nuevos ‘mix’ para que tengamos que pagar cada vez por una nueva producción? Internet está alterando estas relaciones. Igual es buen momento para modificar o hacer desaparecer el concepto de arte y el rol de artista. Veremos qué pasa en Noviembre. Al fin y al cabo, en San Martín, el mayor placer de cualquier porquero es matar a su guarro. Y vivir de él, devorando, sin darse cuenta, hasta su última morcilla.
  6. Ludens
    2004-02-04 14:20 Egaster, casi todo tiene mucha más tendencia a cambiar o ser sustituido que a extinguirse o desaparecer. La crisis de las porpideades intelecutales no está en su falta de necesidad o en la cantidad de obras. El problema está en que la posibilidad de copia y la distribución de productos basados en la información se ha simplificado mucho técnicamente. Las leyes de propiedad intelectual se deberían adaptar a esos cambios y a la certeza de que serán mayores en el futuro. Personalmente no creo que se trate de restringir las posibilidades técnicas, extendiendo y ampliando innecestiamente las leyes de propiedad intelectual sobre campos no intelectuales como la copia y la distribución, sino protegiendo específicamente a los autores y sus obras. Si eliminas a los intermediarios te queda un artista y los admiradores de su obra. ¿qué mas da que se trate de un cuadro incopiable de Velazquez para el Rey o una canción de Alejando Sanz para miles de fans histéricas? A quien le guste uno u otro hará lo posible para que ese creador, tenga una vida plena y productiva, no sus imitadores o los que tratan de robarle.
  7. Víctor R. Ruiz
    2004-02-05 03:53 Me temo que, aunque no sea legal, vivimos en ese mundo que describe RMS: las creaciones se copian de/a Internet para sustituir el nombre del autor y formar parte de nuevas creaciones, acaso trabajos de clase, acaso chistes, acaso novelas, acaso remixes, acaso záppings…
  8. Cayetano
    2004-02-05 05:14 ¿remixes y záppings? ¿Algo como ésto?
  9. ergaster
    2004-02-05 11:43 No creo que el tema deba plantearse en términos legales. Es más, que algunos chavales aprueben, algunos egos aumenten sus visitas o la propia autoestima se gratifique reflejada en un plagio, no es para mí el problema mayor. Hace tiempo que lo llamamos arte, en términos públicos, está plenamente integrado en la industria del ocio, de cuyos productos hacemos un uso más o menos ‘trascendente’ a nivel personal. A mí no me importa demasiado. Se trata de una cuestión económica que tiende al ridículo: ¿qué sentido tiene elaborar un cuerpo doctrinal de licencias cuando la tecnología permite que estas autorizaciones sean o no respetadas? ¿es una campaña ‘moral’? ¿o se trata de vestir a la mona de Gucci? Les ruego disculpen mi ignorancia: no logro entender la necesariedad de GNU y menos la eficacia de la GPL. En fin, un hijo de Lenin ya respondió la famosa cuestión: ’¿qué hacer?’, preguntó en un libro el líder comunista. ¡Comprar la vaselina más barata!’, le gritó un desaprensivo desde la tapa. ‘Y con anticongelante’, apostilló Vladimir Ilich Ulianov firmando impávido su deportación a Siberia.
  10. Cayetano
    2004-02-05 22:32 Olvidé contar y agradecer algo: Linux me fue realmente útil. Me estoy haciendo viejo :-)

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