La versión oficial, como siempre, es idílica: el Rey, paseándose entre hermosos paisajes helados y visitando y apoyando a los españoles desplazados en el ártico, cumpliendo así un sueño personal —«es bueno ser Rey», que decía Mel Brooks en
La loca historia del mundo—. Pero
Higinio Polo nos da otra muy distinta y, aunque a veces peca de divagar en exceso, merece la pena prestar atención:
Juan Carlos de Borbón: entre el fantasma de Pinochet y las pingüineras antárticas: “De hecho, para amargura de la increíble Casa real, la visita tropezó con diversos incidentes: el almuerzo que el Congreso chileno dedicó al matrimonio Borbón se cerró con fricciones por la retirada de un grupo de parlamentarios al final de la comida, antes de que lo hiciera Juan Carlos de Borbón, como quiere el protocolo. Al parecer, algunos de los que protagonizaron la descortesía eran senadores de vieja filiación pinochetista que no perdonan el silencio del monarca español ante las actuales dificultades del dictador, a la vista de que en otras épocas lo saludaba con grandes muestras de afecto. Según fuentes chilenas, los servicios diplomáticos que acompañan al monarca calificaron el incidente de “feo desaire”. Más grave fue la detención de algunos manifestantes que protestaban por la visita, en una contundente y abusiva actuación de la policía chilena.”
2004-01-26 05:23 Lo que es vergonzoso. Es que en España, después de proclamarse una República, Hoy exista un “rey”. Paquito, nos metió a un Borbón. Medio retrasado mental, y los Españoles nos lo tengamos que tragar.( “NO OLVIDEMOS; QUE A EL LE COLOCÓ, NUESTRO QUERIDO FRANCO”) Así, que si les hacen desaires. Yo me alegro. A ver si nos damos cuenta que los Borbones son, una plaga imparable.