En Chiapas, un periódico está siendo perseguido por el gobernador del estado. La indefensión es máxima: el dueño ha huído del país, su hijo está en la cárcel, y ahora tienen inspecciones de la seguridad social.
Rafael Loret de Mola: “Lo grave del asunto es que la persecución se extiende a reporteros, editorialistas y cuantos elevan voces exigiendo zanjar la represión abierta contra un diario independiente, con hondas raíces locales y larga tradición, por el delito de no coincidir con las líneas laudatorias del oficialista sector de la prensa, encabezado por algunos célebres miembros de la muy socorrida cofradía de la mano caída vista ésta como factor de poder por la dimensión de las complicidades que entraña, y mantenerse en la trinchera de la crítica.”
Un diario sitiado.