Marcos Rebollo retrata la figura de
Albert Plá, músico al que siempre he querido acercarme y al que no sé por qué nunca he conseguido tocar, todo esto metafóricamente hablando, claro. “Pregunta: “Si ahora me compro tu nuevo disco en el manta, ¿te da igual?” Respuesta: “¿Qué quieres que te diga?, haz lo que te salga de los cojones. A mí lo del pirateo no me importa”. ¿Una impostura? Quizá, pero pese a su respuesta, no es borde. No va de típica estrella disidente, de las que en noches de farra destrozan las habitaciones de hotel y, a la vez, se cagan en el sistema. No va de rebelde, pese a que una de sus canciones favoritas sea esa, la de Soy rebelde, que él canta con voz arrastrada y disfraz de colegiala, por-que a los nueve años le llevaron a ver Cría cuervos, de Saura, y flipó con la niña, Ana Torrent, que tarareaba con ojos mayúsculos la canción de Jeannette.”
2004-01-11 17:23 Es un tipo realmemente curioso. A mi me gusta, pero lo oigo a rachas, por que a veces se me hace hasta desagradable por la temática (¿fino que es uno!), pero su canción del gallo, la rumba a la muerte, y otras tantas son geniales. A mi también me impresionaron siempre esos grandes ojos y esa escena en la que enchufan el “pick-up” y con un single de vinilo canta la canción. Una anécdota, una compañera mía de facultad se acerco y mucho a él… creo que la higiene y muda no era su fuerte. ¡Que asco!
2004-03-09 21:54 Albert me encanta, es genial, creo que dentro su locura hay gran parte de verdades que no tenemos huevos de gritar, nosotros, los jóvenes, nosotros que somos tan rebeldes y todo eso. Decimos mucho pero cuando el govierno quiere nos hace callar. Queremos cambiar el mundo pero todos tiramos el papel del Bollicao al suelo. Queremos paz y no nos respetamos ni entre compañeros de clase. Me duele el consumismo, y estoy harto de esto. Albert tiene huevos, hermanos mios. La libertad la tenemos los que la hemos encontrado entre la mierda producida por esta sociedad.