Yo nunca he sido espectador televisivo en Noche Vieja: creo que los programas ese día cometen el gran error de querer emular a la relaidad, de querer utilizar un martillo para cortar madera: ¿Es que alguien que tenga ganas de fiestorro y baile se va a acompañar de la tele y sus actuacione grabadas? No, el que se queda en casa, si queire tele, querrá tele: documentales, películas, entrevistas, zapping si se quiere… La redacción de periodistadigital repasa la programación de Noche Vieja al hilo de críticas periodísticas no accesibles; un lío.
Feliz año tránsfuga: “Televisión Española siguió la moda transfuguista. Bertín Osborne y Mar Saura, tránsfugas de Antena 3, reforzaron a María José Suárez y a Álex para presentar un fiestorro idéntico a muchos anteriores. Y Llum Barrera, tránsfuga de Tele 5, excavó, junto a José María Íñigo y Óscar Martínez, en el polvoriento subsuelo del ente. Se fomentaron los instintos primario: pezón de Sabrina y horror melódico de archivo reconvertido en kitsch gracias a la amnesia.”