Yo hace años que vengo renegando de los obituarios; siempre me parecieron falsos encomios cuando de nada le servían ya al muerto. Sin embargo, leyendo
Las estaciones del día, diario donde uno de sus leitmotiv son la lectura de los obituarios del NYT, me di cuenta de que estaba equivocado, de que hay personas que deben ser recordadas así, de que esas breves reseñas son el último destello de vidas que en algún momento dejaron algo para el mundo. Por eso anoto
este obituario de Hans Hotter, genial barítono que a mí, cuando de nada lo conocía, me estremeció con la cantata de Bach
Ich habe genug.