El último síntoma es esa especie de ola macabra de sentencias judiciales que vienen a advertir al trabajador: si decides obedecer las órdenes de tu jefe, atente a las consecuencias; si no las obedeces, también. Es la lenta pero firme pérdida de derechos y el debilitamiento de la democracia.
JR introduce y traduce un artículo de
Bob Herbert sobre la política de empleo de Estados Unidos, a la que se presta mucha menos atención que a los alardes bélicos del país: “Esta tendencia regresiva en los derechos de los trabajadores en beneficio del gran becerro dorado de la economía forma parte de un péndulo, supongo, que oscila entre el pueblo y las empresas como motores de la sociedad. Sin pueblo, no hay consumo ni iniciativa; sin empresas, no hay flujo de dinero. Ya se ha visto lo maniquea que es la historia en sus ciclos. En este preciso momento parece ser que estemos viviendo un retroceso a los primeros (y peores) tiempos del capitalismo, en los que primaba el máximo beneficio y la mínima participación de la plantilla en ellos, lo más dóciles, atemorizados y analfabetos posibles.”
Neocapitalismo.
2003-12-17 17:00 Me acabo de dar cuenta del churro de concordancias en la última frase. Debería ser así: ”[...]de la plantilla en ellos, lo más dócil, atemorizada y analfabeta posible”. Lo corrijo ahora mismo. Saludos, y gracias por el enlace.
2003-12-19 14:54 El problema del mito de “los primeros tiempos del capitalismo”, es que se establece una confrontación intelectualmente inadmisible, como es la de las condiciones de vida de los obreros de primeros del XIX en comparación con el nivel de vida actual, en lugar de compararlo con el nivel de vida de los campesinos en el XVIII y XIX, es decir, el nivel de vida previo a la entrada del capitalismo industrial. Esa comparición maliciosa se usa para asignar a la mística de “los derechos de los trabajadores” la mejora del nivel de vida, sin ofrecer posibilidad alguna de duda. ¿Realmente ha sido asi? ¿No habrá sido el incremento en bienes de capital logrado con el esfuerzo de generaciones, como toda la ciencia económica excepto la teoría marxista afirma? Las medidas que propone Herbert son, en su mayoría, medidas contrarias al interés de los trabajadores. Llega hasta a reclamar la subida del salario mínimo, con el paro que produce esa medida, el aumento de los subsidios, con el paro que produce esa medida, y así en general.