La captura de Saddam puede cambiar muchas cosas en Irak: en el sentido negativo, como aparece en la nota de abajo; o en otro más positivo, que ayude a terminar con la fase militar de la invasión y ponga en marcha la fase civil, la de la reconstrucción.
Grupo de Estudios Estratégicos: “La captura de Sadam, sea producto de la información obtenida sobre el terreno por los propios norteamericanos, sea producto de una delación o de un chivatazo interesado, prueba que a las tropas de la coalición les ha llevado siete meses, pero que comienzan a tener una red de inteligencia operativa que empieza a dar sus frutos. El futuro de Irak todavía depende de que se logre infligir una derrota militar a los remanentes del régimen de Sadam, no en el rápido establecimiento de las garantías procesales para el mismo. Es la hora de seguir explotando la inteligencia, a ser posible gracias a las informaciones que se puedan derivar de los interrogatorios del propio Sadam. En las democracias, afortunadamente, no es sensato extraer informaciones a la fuerza o mediante la tortura. No es necesario si se dispone de tiempo. Y eso es lo que hay que darles a los captores de Sadam.”
La obsesión legalista.