Comentarios

1. Daniel Rodríguez
   2003-12-02 15:28 Vaya tontería de artículo. Si hay algo que me da un poco de asquito es a los verdugos haciendose la víctima. ¿Seguro que “No a la guerra” es sospechoso? Cuando te miran mal, cuando te insultan, es cuando defiendes algo mínimamente alejado de la ortodoxia pacificista más demagógica. Expresar siquiera una duda ya te califica de fascista. Que Pedro pruebe, ya verá lo que le sucede. Pero claro, él no lo hará, porque prefiere su mundo de fantasía en el que él es el bueno y los demás son todos mu malos y Aznar es el peor de todos. Menos gilipolleces, por favor.
2. Roger Colom
   2003-12-02 19:25 Creo que estás equivocado, Daniel. El problema del artículo es que parte de la premisa de que la democracia la deben mantener los poderes, cuando ese es el deber de la ciudadanía. El poder tiende hacia el monopolio de los derechos, a otorgarlos o retirarlos según le conviene. Como ciudadanos, nuestro deber es defender nuestros derechos. Pero a ningún gobierno le interesa demasiado que nos pongamos a la faena. Ni a éste, ni a los que ha habido desde que se firmó la Constitución. (Marco ese límite porque estamos hablando de democracia). Ahora, creo que mucha gente siente la presión sobre sus derechos civiles, pero todavía continúa con el antiguo tic de esperar que sea el poder quien se los defienda. Percibir que empezar a hablar de esa defensa desde un punto de vista civil es ponerse contra el Gobierno actual exclusivamente es otro síntoma del mismo tic.
3. Daniel Rodríguez
   2003-12-02 22:58 Si, efectivamente la confianza en el Estado para mantener los derechos individuales es algo bastante ingenuo, aunque el autor hace la tontería de incluir los derechos llamados sociales en el paquete. Pero eso no me produce la erupción cutánea de lo otro, que le vamos a hacer… :-)