Manuel Martín Ferrand: “Lo que sí es de notar, y constituye una endiablada espiral para la duda, es que si fue polémico el envío de efectivos militares al Iraq no parece serlo, aún tratándose de algo inquietante, la necesidad de que esas tropas permanezcan allí cumpliendo con su obligación y atendiendo el compromiso internacional asumido por España. Según el casticismo fatalista española, “a lo hecho, pecho”. Habrá que darle cara a la adversidad en un escenario maldito, en un guerra de difícil explicación contra un fantasma maligno, rodeados de incomprensión y envueltos por una población en la que resulta imposible distinguir a los amigos de los enemigos.”
Siete bajas en Bagdad.