El aburrimiento como motor social, como chispa para encender el cambio. La rebeldía como empuje y desarrollo. La internet como código y vía de transmisión, como enganche y llave que abre las puertas a la rebelión. Esto es lo que propone y explica
Juan Urrutia en
Aburrimiento, Rebeldía y Ciberturbas, un ensayo en el que se habla “del aburrimiento como posible origen de la insatisfacción o irritación con lo que hay, de la rebeldía (revuelta o revolución serán usados como sinónimos de rebeldía en lo que sigue) como posible reacción a esa insatisfacción y de las ciberturbas (flashmobs, encuentros relámpago o muchedumbres instantáneas, expresiones que serán usadas como sinónimos según convenga al discurso), como posible estrategia potenciadora de la rebeldía.”