A mí siempre me han gustado los reversos. En realidad, más que gustarme es sólo que me siento más seguro sabiendo que todo tiene su reverso: una posibilidad de escape, la huida. Últimamente vengo notando como lo que antes era el reverso de las cosas ahora es el frente. Esto produce incomodidad, porque, o haces como si nada y sigues tu vida sobre el frente que es el reverso, o inevitablemente te resbalas y andas desorientado, como cuando pisas pensando que lo haces sobre cemento y es arena.
David Álvarez tiene la inmensa virtud de captar de inmediato esos anversos y, a su manera, nos los explica para que pisemos siempre sobre seguro.
Calcetín: “Como la señora que hace unos días una señora salió de su casa y se encontró sentada en el plató de Ana Rosa. Allí cometió el error de pensar que aquellos sofás eran como los de su salón, que es lo que quieren parecer. Y la tomaron por loca. La tomaron por loca cuando se levantó porque le habían llevado a aquel falso salón a su hijo, con el que no hablaba desde hacía mucho, o yo qué sé qué. Para que se arreglaran, o yo qué sé qué. Creo que ahí se dio cuenta del engaño: aquello no era un salón, sino el revés de un salón, la parte de fuera en lugar de la felpa que ella había instalado en su casa.”
2004-06-26 06:43 soy un gran amigo del que amigo es. Creo que ahí se dio cuenta del engaño: aquello no era un salón, sino el revés de un salón, la parte de fuera en lugar de la felpa que ella había instalado en su casa. y asi el dia se hace noche y lo que alguna vez creia que era real es ponchada!!! Bueno, los dejo y a ver si mi admirador secreto se pone las piletas con los mensajes!!!