Todavía quedan editoriales que cuidan sus libros. Son empresas que, sin renunciar a la solvencia económica, miman los textos, las formas y los modos, y respetan profundamente a autores y lectores.
J.L.Calvo felicita el acierto de entregar el Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural del 2003 a las editoriales
Siruela y
Renacimiento, y reseña la labor de la primera: “Si conocen el contenido de esos textos, apreciarán la extraña mixtura que forma la literatura medieval, las visiones heterodoxas del Cielo y el Infierno, el esoterismo, la mística, las hadas, la teratología o la búsqueda de claves alquímicas supuestamente egipcias en el arte occidental, una mezcolanza en la que lo fácil hubiera sido caer en el ridículo más espantoso. Lo sencillo y lo comercial porque, no nos engañemos, tienen más tirón los libros escritos por cualquier autor esotérico actual que los realizados hace siglos.”
Premio a la excelencia.