La guerra produce guerra. El concepto de guerra preventiva es perverso, demoledor y germina belicismo. Jose Antonio Marina argumenta, analiza y concluye: “Hay sin embargo una guerra preventiva que merece elogios. Me estoy refiriendo al combate implacable contra las causas de las guerras. Cada vez confío más en la inteligencia de las sociedades, cuando se liberan de cinco venenos destructivos: la miseria extrema, la ignorancia, el miedo, el dogmatismo y el odio. En esa situación, todas las sociedades evolucionan espontáneamente hacia un marco político vivible, que se define por el reconocimiento de los derechos individuales, la lucha contra discriminaciones no justificadas, la participación de la sociedad en el poder político, las seguridades jurídicas, la racionalidad como modo de zanjar disputas, el sistema social de mercado, y las políticas de ayuda. La guerra preventiva consiste en eliminar esos cinco obstáculos.” Elogio de la guerra preventiva [*pdf].