Llegará un momento en que las empresas se rehúsen a contratar a un químico de tal universidad o a un economista de tal otra: una especie de selección natural de las facultades. Las facultades tendrán que adaptarse o desaparecer. Después del gran crecimiento que han tenido las universidades en los últimos veinte años, ahora toca crecer en términos de calidad.
Enrique Badía:
“Seguramente, es difícil encontrar un baremo lo suficientemente objetivo y fiable para evaluar si un ciclo formativo cumple o no con los debidos estándares de calidad. Lo que no cabe negar es que al mercado laboral le corresponde un cierto veredicto y está comenzando a ser frecuente alguna que otra discriminación en la cobertura de los puestos, dependiendo de dónde haya cursado cada candidato su periodo de formación.”
Del numerus clausus al marketing.
2003-11-25 10:04 Me temo, Roger, que eso es algo que ya existe, aunque en las ofertas de trabajo no esté explícito, pero se rechazan muchas solicitudes de empleo, por ejemplo, si el candidato ha estudiado en universidades de nueva creación o, simplemente, si su carrera es reciente en la universidad en que la estudió. Naturalmente, no te lo van a decir nunca porque sería contra la ley. Pero haberlo, haylo. Un saludo.
2003-11-25 10:33 La bronca es que a mí me parece bien. Ahora las universidades tienen que aplicarse para que eso no les ocurra a sus ex-alumnos. Tienen que mejorar la calidad de la enseñanza y tienen que adoptar programas agresivos de promoción de sus alumnos en las empresas. En otras palabras, tienen que competir con otras universidades. Eso acabará beneficiando a los estudiantes. Y probablemente, perjudicando a esos profesores que ganan la plaza y se relajan.