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El negocio de la pseudohistoria

Todavía no he visto Planeta encantado, la serie pseudodocumental de J.J.Benitez, y por lo que voy leyendo, creo que no la voy a ver. En los últimos años estamos viendo cómo la televisión pública es tomada al asalto por una serie de personajes que parecen colocados tras la cámara para transmitir una nueva idea de España en realidad vieja: la del racio peluquín, la historia manipulada, lo chabacano, el erotismo infantil o la ciencia para imbéciles o la moralina: Benitez, Parada, Ruiz, Obregón… Javier Armentia ataca la serie, pero sobre todo ataca a los que no la atacan, los historiadores que o se arriman o callan ante las explicaciones sobrenaturales que de la historia da el programa. Y apunta: “En el fondo, sin embargo, subyace una idea etnocentrista en muchos de estos autores, que consideran que nada que se hiciera por otras culturas, o en otros tiempos, podría haberse hecho por medios naturales. [...] En realidad, se presupone que esas gentes, a lo largo de casi dos mil años, eran completamente incapaces de hacer algo así.” El negocio de la pseudohistoria.
Marcos Taracido | 21/11/2003 | Artículos | Historia

Comentarios

  1. Cayetano
    2003-11-21 11:13 Lo que molesta de Juan José Benítez, de Corín Tellado o Jiménez del Oso (cuyo espíritu deambula por los pasillos de TVE como un alma en pena) es su éxito económico. El cómo se cuentan las historias (falsas o verdaderas) cuenta y en una sociedad construida, no lo olvidemos, por infames pedagogos abundan las mentes planas, poco críticas y aficionadas a los expedientes X. Al otro lado están los historiadores, entre ellos los especialistas en la confección de cátalogos de artistas. ¿A quien le importan todas esas momias? Ni se mueven ni dicen nada. Para tener éxito hace falta moverlas como títeres en un paisaje (o caja negra) contando historias emocionantes (seguro que falsas o inventadas). Me importa un rábano que “Académicos, historiadores, directores de museos y escépticos de a pie parecen haber renunciado a plantar cara al discurso pseudohistórico de Benítez.” Eso no es nada comparado al silencio de unos y otros en cosas más importantes. Callados y obedientes no sea que pierdan su cómodo sillón de académico (con derecho a sueldo vitalicio). En favor de Benítez hay que decir que él, al menos, se ha buscado la vida comiendo pasto lejos del prado del presupuesto público, ahora, tras el éxito obtenido …(Espera …, TVE está en Prado del Rey, ¿Es posible la vida inteligente más allá de mundo institucional? Todo un Misterio.)
  2. Marcos
    2003-11-21 11:36 Cayetano, en cuanto a que “abundan las mentes planas, poco críticas y aficionadas a los expedientes X”, yo mismo soy aficionado (moderado) a los expedientes X. Pero es que, por ejemplo, Expediente X, es una serie de ficción. Lo que molesta del programa de Benitez es que se presenta como un documental, como un programa de investigación. Saludos.
  3. Cayetano
    2003-11-21 12:36 Holas, Tambien soy aficionado a las pelis de ciencia-ficción y misterio (pero no he visto Matrix todavía). Pero tengo una opinión, es el escenario donde suceden las historias lo que ayuda a que estas parezcan creíbles. Para no irme por las ramas, unos ejemplos. El público percibe como ‘investigación seria’ un reportaje montado en torno al Prestige y en un telediario de Urdazi, o en Informe Semanal. En estos reportajes se insiste mucho en la experiencia del opinador (elevado a la categoría de experto). Hay una pose (bata blanca, barba cuidada, fondo con libros o frascos de laboratorio de alquimista moderno, pantallas de ordenador con gráficas en fósforo verde, etc.). Cambia el actor y pon a Benitez o al vecino de enfrente, basta entrenearse un poco para parecer serio … No se si me explico. Quien no sabe de estos asuntos, o no sabiendo no conoce las técnicas de pose de experto, puede creerse que el marisco etiquetado como gallego está limpio. (Y que, más del 30 %, no se trae en camiones viveros desde escocia). La imagen de un técnico de sanidad, tecnico en mares y manchas de fuel o solares obecece a un protocolo. ¿Que hace más creíbles a unos u otros? Es lo que me interesa. Cuando Julio Caro Baroja, por ejemplo, desmonta algunos mitos (españoles o vascos) no interesa a nadie (o parcialmente). ¿Quien se acuerda ahora de su libro sobre procesos brujeriles? Interesa más la imagen de orgías y akelarres en verano y cuevas que la naturaleza represora contra una forma de vida distinta. Etc. El historiador serio, devenido en experto, participa del mismo escenario que el charlatán. El charlatán tiene más mérito, a sabiendas de que miente, actúa y hace creible algo que nadie entiende muy bien. Anbos necesitan de público (el uno institucional y científico, el otro del circo mediático). ¿Porqué es más interesante Barceló que doña Gertrudis, alumna de un obscuro taller municipal de pintura? Entiendo que sea dificil seguirme, pero a efectos prácticos, Benitez y sus críticos (o adeptos por no refutarle) participan de la misma obra. El público solo mira el espectáculo. Hay está el Papa de Roma, el Rey de las Españas, el Presidente del Gobierno y los ilustres galardonados con los premios en Artes y Ciencias. Que le den un premio a Benitez (por ejemplo en el aprtado artes escénicas) cerraría la función. El público siempre aplaude :-) pues las cosas suceden en un escenario que suponen serio y verdadero … Hay mucha coña en lo que digo y que nadie se lo tome a mal ni como cosa personal. Yo desde luego no me creo nada, ni lo que acabo de decir.
  4. El Contradictor
    2003-11-21 19:33 La HISTORIA, con mayúsculas, es una habitación vacía con las ventanas abiertas por donde escapan desordenadamente tirios y troyanos de un guión funesto. Los hay empeñados en hacernos creer que, bajo la piedra, el que yace dormido desde hace siglos es el Apóstol Santiago. Sin embargo, todo parece apuntar a que el venerado, a pesar de apariencias y deportivas caminatas, es un ilustre y desconocido borracho gallego.
  5. mick
    2004-01-13 01:42 Acerca del programa del Sr. Benitez. Me parece increible que se puedan emitir programas como el del pasado domingo dia 11/04; el titulado ‘Mirlo rojo’, programas que pretenden transmitir una ‘verdad’ mantenida oculta. Y ciertamente lo más increible es que hay gente que cree estas historias. Esta claro que el público está necesitado de enigmas, misterios y demás zarandajas. Lo escandaloso del tema, es que TVE patrocine este circo y haga publicidad del mismo empaquetándolo como gran reportaje enriquecedor y contenedor de no se cuantas virtudes más. Desde mi modesto punto de vista, el Sr Benitez no cuenta una verdad desde que tiene memoria, sus delirios no tienen acogida sino en la ignorancia de algunos, que pronto se aventuran a conjeturar cuantos y cuantos serán los episodios que aquellas grandes agencias de misterio nos esconden. No se si habrán muchos o ninguno, pero seguro que el Sr Benitez nos sorprenderá más que la propia evidencia…

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