No hay claroscuros; si estás en desacuerdo con el gobierno de los Estados Unidos es que eres antiamericano; si piensas que el conflicto vasco ha de intentar resolverse desde el diálogo eres un terrorista; si crees que Sharon está llevando a su país al desastre actuando de un modo fascista en el asunto palestino, es que eres antisemita.
Vicente Molina Foix se pregunta
¿Soy un antisemita? [*pdf]: “La falacia de que condenando las acciones de un Gobierno se vilipendia a los ciudadanos de ese país, sea una u otra su religión y su raza, no es nueva, y, pese a su torpe e inverosímil sustentación argumental, no deja de extenderse. Los españoles la conocemos sobradamente. Fue un arma favorita de defensa del general Franco, y, para sorpresa de pocos, ha reaparecido en las últimas fases del mandato de Aznar, utilizada para desacreditar a los que por protestar contra la intervención española en la guerra de Irak estarían, según el régimen, socavando la moral de nuestro Ejército y el papel estelar de España en la palangana donde Bush Jr. se lava sus vergüenzas entre proyectiles y petrodólares.”