Julio Anguita fue el último orador político que yo he escuchado en España —tampoco es malo Trías, de CIU—. Aunque sólo sea por eso merece atención su artículo
Leticia y las urnas [La referencia, de nuevo
Escolar], pero es que además dice en él y explica unas cuantas verdades entorno a esta Monarquía: “Desde esta situación de ilegitimidad se montó la operación de la Transición. El Rey del Movimiento Nacional «legitimaba y garantizaba» a los que nunca aceptaron la Dictadura que él continuaba. Para evitar el perjurio, Juan Carlos nunca juró la Constitución de 1978 tal y como manda el artículo 61 de la misma. Se suele argumentar que el pueblo español al ratificar el texto constitucional legitimaba y legalizaba la monarquía de Franco. En el año 2000 las Cortes Generales celebraron con todo fasto y solemnidad el 25 Aniversario de la proclamación de 1975. No han esperado a este año; se hicieron el harakiri antes. Y aquí está la cuestión: la Monarquía no recibe su legitimidad de la Constitución sino que el Rey &laqui;fue antes».” Esta situación puede ser ignorada o puede lucharse, con todas las armas democráticas posibles, por cambiarla.
2003-11-18 15:55 Creo que Anguita escamotea todo el delicado contexto en que transcurrió la Transición con todos los sables prestos a desenvainarse y que requirió dosis inverosímiles de equilibrio para contentar a todos. Creo que es un mérito que no se puede negar a varios personajes de aquel tiempo. ¿cómo hubiera hecho la Transición Anguita? Miedo me da.