El artículo de
David Garrido,
Una decisión con secuelas, es interesante por dos cosas: hace un recordatorio histórico de los sucesos que precipitaron la decisión de Franco de nombrar a Juan Carlos su sucesor —y esto no debe olvidarse— y plantea la posibilidad de que legalmente pueda ser impugnada la actual línea sucesoria al Trono por casarse el Príncipe con una plebeya, cosa que me trae sin cuidado si no fuese porque desestabilizaría a la Monarquía y, también, porque me divierte mucho.