En el mundillo en el que trabajo hay poca gente interesada en cuestiones tecnológicas, ¡o científicas! Hay miedo y no parece haber un punto de entrada fácil. Por eso me parece tan importante la divulgación y por eso me gusta leer los artículos épicos de
David de Ugarte, que se toma la ciencia y la tecnología como una odisea. En este último escribe sobre los nuevos ordenadores cuánticos que comienzan a existir. No es sólo una carrera armamentística, sino también del conocimiento y de su aplicación a la realidad. “Intuitivamente nos damos cuenta de que el poder de proceso es exponencialmente mayor. Pero el problema es ahora de operadores lógicos. Los tradicionales que sustentan a nuestros ordenadores ya no valen. Hasta ahora el problema de la computación cuántica no ha sido tanto de nanoingeniería, aislar y manipular la orientación de un grupo de átomos, sino de implementar en esos sistemas de laboratorio
aún bastante primitivos algoritmos y sistemas lógicos funcionales que permitan realizar cálculos y operaciones útiles que permitan una ulterior programación compleja de los sistemas. La verdadera frontera está en la algoritmia y la lógica.”
Carrera Cuántica.