“La defensa de la cultura es un asunto personal, al que la política puede o no ayudar, pero cuya trinchera siempre debe ser excavada en los recovecos de la propia casa. Reconocernos en la historia es fundamental para saber quienes somos ahora, pero no para condicionar lo que seremos mañana. Reivindicar la feniciedad de la Bética, el Califato Omeya o nuestro romántico cantón ahora da risa: el peso de nuestra historia debe servir para adentrarnos en los tiempos que han de venir y no para reproducir estadíos sociales ya vividos de imposible o peligrosa clonación. La historia sigue su curso, y la proyección de una sociedad global basada en el concepto de nación está llamada a desaparecer.” Perfectamente de acuerdo. Y
Jorge, además, dice que cree en el derecho a presentar el Plan Ibarretxe, y que será la democracia la que, mediante su capacidad de permanente revisión, decida. Y también estoy de acuerdo.
Santiago y cierra España. Aún. (1) y
(2)
2003-11-11 19:55 ¿fuimos al mismo colegio? jajaja da gusto coincidir contigo Marcos. gracias por la cita.