La frontera entre México y EEUU se pone cada vez más difícil. Siempre he pensado que está en el interés de ambos países que las ciudades de frontera se integren económica y socialmente. Pero los norteamericanos ponen el cruce cada vez más difícil, cosa que acabará estrangulando a las comunidades de los dos lados. Ahora quieren implementar un plan según el cual hay que fotografiarse, dejar una huella digital y pasar el pasaporte por un escáner cada vez que se entra o se sale del país.
IJorge Santibáñez Romellón, presidente de El Colegio de la Frontera Norte: “En el caso de Tijuana, en la garita de San Ysidro, ocurrieron en 2001 casi 50 millones de cruces por año, en promedio unos 137 mil cruces diarios. Actualmente si usted sale por esta frontera, prácticamente no existe ningún procedimiento de inspección estadunidense, sólo una revisión aleatoria de las autoridades aduanales mexicanas; para la abrumadora mayoría de personas el trámite dura sólo el tiempo que consume pasar un tope. Sin embargo, si cada inspección de salida del US-Visit Program consumiera un minuto (algo que ocurrirá, según los responsables del programa, y que yo me permito poner en duda), tomando en consideración que existen seis carriles para el ingreso a México, cada carril debería ser capaz de instrumentar los procedimientos del programa a 22 mil personas por día; es decir, se requerirían 22 mil minutos o 380 horas para aplicar cabalmente el citado programa.”
Una frontera incomprendida por Estados Unidos.