Algo se mueve en Arabia Saudí. Al Qaeda y EEUU coinciden en algo, según
Robert Fisk: en sacar a la familia real saudita del poder. Pero: ”¿Los norteamericanos se sentarían a mirar cómo Al-Qaida toma el control de lospozos de petróleo de la nación? En la realeza saudita hay quienes tienen una visión particularmente temerosa de la política norteamericana. En el pasado, dicen, los estadounidenses podían sentarse en Arabia Saudita para confiscar los campos petrolíferos iraquíes cada vez que tuvieran ganas de cruzar la frontera. Ahora que están en Irak podrían, en el caso de una revolución, manejar en la otra dirección y agarrar los pozos del norte de Arabia Saudita, dejando a Riad y otras ciudades en manos de cualquiera sea el gobernante que tome el control.”
Golpe para la corona saudita.