Si algo hecho de menos de los pisos compartidos de antaño es la conversación: hablar constantemente y de todos los temas, y hasta altas horas de la noche. Ahora apenas converso y, como todo hábito, se pierde la agilidad.
José Luis García Martín habla de tres libros de conversaciones o entrevistas, y destaca la crudeza con la que reseña el último, un extenso diálogo de Matínez Rico con Francisco Umbral: “No parece [Umbral] la persona que uno quisiera tener por amigo ni, desde luego, nadie a quien le compraríamos un coche usado, pero tiene el don de la prosa, y los mejores capítulos del libro son aquellos en los que se reproducen fragmentos suyos que luego el escritor glosa o aquellos otros en los que habla de literatura. Pero el libro tiene además otro interés. Planteado desde la admiración más absoluta, el entrevistador se va poco a poco desilusionando del personaje y logra irritarle y hacerle perder alguna de sus máscaras.”
El arte de la conversación.