Que somos un Estado religioso huelga decirlo. La propia Constitución es, estructuralmente, una biblia: funciona como el misterio de la Santísima Trinidad; sólo así se explica que pueda afirmar la no discriminación por motivos de nacimiento, sexo… y que en otro artículo establezca que el Jefe del Estado será varón y será por razones de nacimiento. En fin,
Mariano Gistaín, siempre atento a las dobleces de la realidad, apunta estas y otras incongruencias de género: “De manera que por propia higiene aritmética se podría suprimir lo del heredero varón sin abrir el tarro de los referéndums. Como el que corrige una errata de imprenta. Una especie de pasarela legal, similar a la que permite sortear las reglas de la Cartuja. Con chapucillas como esa, haciendo la vista gorda, la humanidad ha ido evolucionando durante milenios, en general a mejor, si exceptuamos detalles como la invasión de Irak o los ruidos de las motos. Si nace una niña, una Leti, la cosa se va a poner chunga. Porque a estas bajuras del XXI sería difícil mantener la preeminencia del macho.”
Problemillas.
2003-11-05 10:41 Cierto. :D
2003-11-06 11:42 gracias, Marcos, y gracias por la expo, que queda muy chula. m ; )