El milenarismo que tanta risa provocó en el 2000 lleva bastantes años flotando en algún lugar de la mente colectiva de Occidente. Durante la guerra fría, estaban las bombas nucleares, que vuelven a resurgir, y últimamente el arsenal de metemiedos se ha incrementado con las armas biológicas y otras amenazas venenosas. El fin del mundo está cerca, se nos informa, y a veces pienso que es verdad.
Gonzalo Martínez Corbalá: “La encrucijada histórica que enfrenta la humanidad en esta primera década del siglo xxi es verdaderamente dramática. Exige cambios fundamentales en conceptos que han sido aceptados de manera generalizada hasta antes de ahora, como el de seguridad nacional, que se tiene que redefinir en términos diversos y quizás hasta contrarios a los del sólo poderío militar. Habrá que incluir, en una moderna concepción de la seguridad nacional, variables de decisión referidas al desarrollo social, de cuyo éxito dependerá más la paz y la estabilidad mundiales, que de las armas de destrucción masiva, como es el caso de los misiles y de las bombas nucleares.”
La encrucijada histórica del siglo XXI.