Molly Ivins, una conocida columnista norteamericana que conoce a Bush desde que estudiaban en el instituto, lleva tiempo criticando su administración. Esta vez se queja de una forma de gobernar que se basa más en las relaciones públicas que en la verdadera gestión. Claro, los medios son cómplices en ese juego. Pero el resultado es que las cosas no se arreglan, empeoran, y la calidad de la democracia (que depende en mucho de la calidad de la información) cae en picado. “Desde que George W. Bush declaró que nuestra misión estaba “cumplida” en Irak, 213 soldados estadunidenses han muerto allá y miles han resultado heridos (el Departamento de Defensa ya no proporciona el número de lesionados, como si con eso pudiera mejorar las cosas). No es un problema de relaciones públicas. No puede resolverse con informes optimistas. Sugiero que cancelemos la ofensiva de relaciones públicas y nos concentremos en arreglar los problemas en el terreno. Cuando miramos los verdaderos problemas, la pregunta no es si los medios están informando mal sobre la situación, sino si hay alguien en el gobierno que sepa lo que están haciendo.”
Irak no es cuestión de relaciones públicas.