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Debate entre economistas sobre desarrollo y pobreza: el caso de la agricultura

No seré yo quien defienda la Política Agrícola Comunitaria (PAC), pero coincido con Ramón Tamames en la necesidad de matizar algunas cuestiones ante ese creciente colectivo de economistas que se desgañitan con sus alabanzas neoliberales. Tamames acudió a la presentación de un libro sobre desarrollo y pobreza y su perplejidad ante lo dicho en el coloquio o más bien de lo no dicho en él ha motivado este artículo: Debate entre economistas sobre desarrollo y pobreza: el caso de la agricultura: “nadie se refirió en el encuentro a la circunstancia vital de que el fuerte nivel de los precios de los productos alimentarios que muchos critican no se debe tanto a la PAC y a lo que perciben los agricultores; sino, en mucha mayor medida, a los márgenes de que disfruta la distribución comercial”. Y, ¿cómo no mencionar los gastos militares, aunque ello suponga que te tilden de antiyanqui?.
Carmen Castro | 01/11/2003 | Artículos | Crítica social

Comentarios

  1. Daniel Rodríguez
    2003-11-01 17:10 Vamos a ver, vamos a ver. Primero, como siempre, te agradecería que definieras que es ser “neoliberal”, si es que es algo más que un término empleado en lugar de liberal porque suena peor. Segundo, me produce enorme curiosidad saber que tendrá que ver el gasto militar con la PAC. Veo que Tamames lo cita al final en un ejercicio de retórica vacua y oportunista (cabría preguntarle a qué velocidad se acabaría la prosperidad mundial sin ejércitos de los que defenderse de fundamentalismo árabe, por ejemplo), pero en tu anotación ni siquiera está en el contexto adecuado y parece dicho por decir. Tamames realiza una serie de errores que sospecho interesados, como incluir las desgravaciones fiscales de todo tipo como una suerte de equivalente a las ayudas agrarias que además supone que no benefician en nigún caso a los agricultores. Chorrada supina. Entre esas ayudas se pueden contar cosas como, por ejemplo, las desgravaciones de la cuenta vivienda si se quiere llegar a las cifras que da. Realmente las ayudas directas a otros sectores (que también deberían eliminarse) no son siquiera comparables en magnitud al PAC. Ni tienen el mismo impacto en las economías de los países pobres. Pero el colmo es la idiotez, error de primaria, de los “márgenes de distribución”. Tamames parece olvidar que una fresa en los campos de Huelva NO ES EL MISMO BIEN que una fresa en el supermercado de la esquina. No tienen el mismo valor ni, por tanto, el mismo precio. Yo no adquiriría ni regalado el primer bien, pues me costaría mucho más el desplazamiento. ¿Quien demonios se cree que es Tamames para “saber” que los beneficios obtenidos en el transporte y la distribución están “inflados”? Eso sólo puede decidirlo el mercado. Si realmetne están inflados, otras empresas nacerán que les harán la competencia (si les dejan las leyes) bajando los precios y vendiendo más barato. Eso es lo que hicieron las grandes superficies. Por eso resulta especialmente gracioso ver como, sin razonamiento alguno, las pone a parir. Tamames cada vez está cayendo más bajo, como columnista y, sobre todo, como economista. Quiera Dios proteger a los pobres alumnos que tengan la mala suerte de tener que asistir a sus clases en la Universidad.
  2. Otis B. Driftwood
    2003-11-01 17:57 Daniel: o tú solo compras la fruta en grandes superficies o no te molestas en comparar los precios, porque de lo contrario no me explico tu última afirmación. No hace falta ni siquiera estar versado en economía, basta pasarse por los supermercados o hipermercados y luego por tiendas de barrio para comprobar que en estas últimas los precios son por lo general mucho más baratos (servidor lo único que no compraba en los hiper a principios de mes eran productos frescos precisamente por esta razón). Habla con cualquier persona metida de lleno en la cadena de distribución (yo he conocido a varias) y verás las brutales diferencias de precio, la mayor parte de las cuales se quedan en manos del intermediario. Pero lo que me aperpleja es lo de “nacerán otras que les hagan la competencia”. Creo que hasta ahora ha quedado bastante claro en muchas áreas que las empresas más grandes sólo ofrecen precios baratos mientras existe la competencia de las pequeñas, incapaces de permitirse el lujo de sus márgenes so pena de no tener beneficios. Una vez eliminadas estas, lo que quedan son empresas grandes, precios nuevamente altos y la imposibilidad de que surjan otras nuevas, porque no hay empresario que tenga capacidad económica para hacer frente al poder de marketing, distribución y monopolio/oligopolio ya fáctico que la situación descrita ha acabado por crear. Incluso los que la tienen no se atreven al riesgo que supone una inversión tan grande a corto plazo. Y, en medio de todo esto, el agricultor es el que sigue cobrando una miseria por sus productos. Pero claro, lo más fácil es llamar idiota a Tamames desde tu teclado, cuando seguramente ha visto más cosas, tiene más experiencia y posiblemente más conocimiento del mercado. A falta de otros argumentos…
  3. Otis B. Driftwood
    2003-11-01 18:00 perdón, hacia la mitad quise decir: ” mientras existe la competencia de las pequeñas, incapaces de permitirse el lujo de reducir sus márgenes so pena de no tener beneficios
  4. Daniel Rodríguez
    2003-11-03 13:05 Eso sólo puede suceder cuando se restringe el acceso al mercado. ¿Realmente crees que los impedimientos para la apertura de nuevas grandes superficies, tan cara a Tamames, ayuda en algo al consumidor o incluso al pequeño comercio? Pos no. A quien favorece de verdad es a las grandes superficies ya abiertas, pues se impide que les hagan la competencia. Eso les puede permitir subir los precios más de lo que harían en otro caso. Hay varias cadenas de grandes superficies que podrían competir (y en algunas zonas lo hacen). Los pequeños compiten haciendo especializandose y haciendo centros comerciales y lo están haciendo bien en muchos casos. Y me temo que sus precios son mayores en muchos casos. Si les deja gente en el poder que lo de Tamames le parece bien. En el mío, como no me queda ninguna grande cerca, compramos en pequeños excepto las compras grandes que nos merece la pena desplazarnos porque nos sale todo mucho más barato. Insisto en que los intermediarios son necesarios, o se podrían eliminar. O cobrarían menos. ¿Volvemos a la tontería de Adam Smith de que sólo es productiva la tierra? Que han pasado ya un par de siglos, hombre.
  5. Cayetano
    2003-11-03 21:07 Supongo que cada uno de nosotros tiene algo que contar al respecto. Me refiero a aquellos que se toman el trabajo de abastecerse de víveres. Otros tienen madres, esposas o criados que se dedican a estos menesteres y no va con ellos. Aprovechando que la polémica sobre los inmigrantes queda eclipsada por las últimas victimas en el estrecho y los bodorrios reales (las noticias y las emociones se superponen o se olvidan) traigo a colación un caso real de pequeño comerciante: Karim Ioussadine. Precios ajustados y es una gozada tratarlo en su pequeña tienda. Ya se, Adam Smith y Tamames no conocen a estos pequeños comerciantes y productores. En justa correspondencia la gente como Karim no compran sus libros, ni falta que les hace.
  6. Daniel Rodríguez
    2003-11-04 15:52 No tiene mucho que ver con lo que nos ocupa. Si ofrece buenos precios y buen servicio triunfará y crecerá porque eso es lo que premia el consumidor.
  7. Otis B. Driftwood
    2003-11-04 16:32 Has dado en el clavo: “si ofrece buenos precios”. Vuelvo a mi cuestión: ¿cómo puede ofrecer buenos precios cuando el competidor grande siempre los podrá ofrecer mucho más baratos, porque puede compensarlo incrementando el de otros? ¿A costa de tener un beneficio ridículo? Eso sigues sin contestarlo, y sin embargo es lo que está ocurriendo día a día, porque creer que el intermediario le va a cobrar menos al pequeño comerciante que al grande es creer en cuentos de hadas liberales, la verdad.

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