Higinio Polo nos ofrece una capítulo más de desvelamiento de esa realidad que intentan fabricar en los telediarios y despachos: “La concepción inicial que llevó a crear los Premios Príncipe de Asturias, y su desarrollo posterior, apenas puede engañar al ciudadano: presentados como un homenaje a personas de diversos países que se han distinguido en distintas facetas de la actividad humana, en realidad, lo que pretenden es aprovecharse del prestigio ajeno para enaltecer la figura de un aspirante a la corona de quien se desconoce la utilidad pública de sus actividades. Esas recompensas anuales son una vulgar operación publicitaria, pagada con el dinero del presupuesto público y no con el dinero de los Borbones, para enaltecer la figura del heredero y arraigar entre los habitantes del país la idea de que se convertirá en el próximo rey.” Después, de modo ingenuo, pide que el Príncipe se responsabilice y no juegue con el pueblo. Pero el Príncipe carece de responsabilidades.
Premio Príncipe de Asturias a la hipocresía.
2003-10-31 20:07 Muy interesante la respuesta de José F. Cornejo a este artículo en la misma publicación: Principesca hipocresía de La Insignia Saludos.
2003-10-31 22:57 Bastante de acuerdo en lo que se refiere a la elección de los premiados y su valor social, etc… pero creo que esto en nada menoscaba la base del artículo de Polo: la creación de unos premios para la publicidad del Príncipe y su afianzamiento en la memoria colectiva. Saludos.